jueves, 26 de julio de 2007

La segunda despedida de soltera

Ficha Técnica

Fecha: 7 de Julio
Lugar: Madrid
Asistentes: Marina, Icíar, Ana, Sonsoles, Belén y Adela. Y yo.
Actividades: parque Warner + cena
Fotógrafa Oficial: Icíar

Esta segunda despedida empieza el sábado después de comer con mis otras “amigas” en mi casa en Madrid. Y entraron ya avasallando... Dando órdenes en plan “ponte esto YA”. Me sacan lo que parece unos pantaloncillos blancos acabados con puntillas, en plan enagua. Yo soy buena, los miro con cara rara, pero me digo a mi misma que es mejor no llevarles la contraria no se vayan a volver contra mí... No funciona, porque me informan de que se piensan quedar TODAS a dormir en MI casa en plan fiesta de pijamas, porque los chicos van a hacer lo mismo en casa de Icíar (le han montado la despedida a Javi el mismo día). Pensándolo bien, sale perdiendo Icíar.

Después me sacan un vestidillo rojo minifaldero bastante pequeño con topos blancos y un can-can rojo que se le ve por debajo, en el que pretenden que yo me meta. Sorprendentemente SÍ quepo, aunque no sé si voy de reina sevillana de la feria de Abril o de qué, hasta que sacan el complemento definitivo: una diadema negra con lazo rojo con una orejas negras. En ese momento YA lo sé. Me han vestido de MINNIE!!
Son medianamente buenas y me cortan las mangas negras del vestido para que no me asfixie de calor (fue el fin de semana más caluroso de Madrid en lo que llevamos de verano: unos 38 grados, y eran cerca de 5 de la tarde así que nos quedaba un buen rato...). Se empeñan en decir que estoy demasiado mona, aunque no me lo creo porque nadie se pega por quitarme el vestidito...

Nos vamos así ataviadas (ellas con ropa normal sin un complemento ni medio en plan soso, y yo de Minnie) en el coche de Icíar pero no se sabe dónde (no lo sé yo, porque el resto lo tiene clarísimo). Al menos no me tapan los ojos... Menos mal. Y por el camino veo carteles en los que pone: San Martín de la Vega. Eso me hace sospechar... Y cuando veo el cartel que pone “Parque WARNER” lo tengo cristalino. Me llevan al parque Warner vestida de Minnie!! Va a ser un tremendo shock para los niños: ver a Minnie en el parque en el que piensan encontrarse con Piolin. Se sentirán confundidos y desorientados, pero a mis amigas eso no les importa. Qué poco sensibles... Debo decir que no son las únicas que pensaron en camuflar personajes de Disney en Warner, porque mirad a quien nos encontramos allí:
Está claro que dos Blancanieves son mejor que una. En fins...

Bueno, cuando me doy cuenta de dónde me llevan me pongo a saltar de alegría dentro del coche por volver a subirme en la caída libre espectacular del parque (estuve con Javi el año que lo abrieron ) y en el montón de montañas rusas vertiginosas y superdivertidas. Menos mal que Marina comparte mi entusiasmo, porque las demás me miran con cara rara al darse cuenta de que el plan ME GUSTA. Está visto que a ellas NO... Especialmente Sonsoles, que pone cara de mareada conforme voy describiendo alguna de las atracciones. Y Ana nos confiesa que ella se subió sólo una vez en una montaña rusa... la del parque de atracciones de Zaragoza!! (lo flipo, porque debería estar prohibida a mayores de 10 años: es más que simple). Se va a quedar estupefacta cuando vea su primera montaña rusa DE VERDAD.

Por fin llegamos, y ahora se va a ver de qué pasta está hecha cada una. Yo voy andando como si tal cosa por el parque, en plan no voy vestida rara ni nada ni me doy cuenta ni os pienso mirar. Vamos buscando muñecotes de la Warner para hacernos fotos en plan guiri y la primera atracción en la que subir.
Elegimos una simplona pero que da dolor de cabeza, pero podemos montarnos todas sin problema. Y de ahí empezamos una frenética búsqueda de emociones fuertes:
- Caída libre: IM-presionate, preguntad a Sonsoles. Nos encontramos al primer grupo de jovenzazos que jalean a Minnie. Pero Minnie pasa de ellos. No hemos venido a ligar sino a sentir emociones fuertes.
- Montaña rusa de Superman: guay del paraguay la verdad, aunque la cara desencajada de Ana y la frasecita de Sonsoles al bajarnos (“No me dirás de verdad que te ha gustado ESTO”) hablan por sí solas
- Montaña rusa de Batman (esta era más cortita: a Ana le gustó más)

Luego hubo un intermedio obligado por la lluvia (chaparrón tremendo de 20 minutos), por lo que tuvimos que refugiarnos en una bar a tomarnos una cerveza tamaño “mediano” talla XXL. Y luego un intento de montarnos en la montaña más espectacular, que hace parte del recorrido hacia atrás y en vertical al suelo. Marina y yo fuimos corriendo a la fila mientras el resto de compañeras ponían ESTA cara:

Pero seguía haciendo viento y no hubo manera de montarnos ya que cerraron la atracción por seguridad, cosa que Ana y Sonsoles agradecieron sobremanera.

Se nos hace tarde y nos largamos corriendo a casa de Icíar a cambiarnos de ropa para irnos a cenar a no se sabe donde (otra vez no lo sé yo, pero las demás sí... cierto es que "la información es poder", pero depende de la información, hay que saber distinguir un poquito...). Ya me habían avisado y me llevé ropa mona de salir, así que nos duchamos y cambiamos y maquillamos a toda prisa para ir a cenar: el sitio elegido era el Thai Gardens. Allí se unieron a la cena Adela y Belén.

Para los que no hayan estado, es un restaurante tailandés (supongo que hasta ahí habíais llegado) muy bonito, con mucha decoración natural de plantas que lo hace acogedor y exótico a la vez. Nos sentamos en la mesa reservada, que es una especie de tatami en el comes sentada en el suelo, pero tiene truco: hay un foso bajo el tatami donde pones las piernas y en realidad estás sentada normal. Lo que no es normal son las maniobras que había que hacer para sentarse y levantarse, porque casi todas llevábamos falda.

Nos lanzamos al menú degustación y la comida está muy rica, aunque nos dejamos la mitad porque las cantidades son bastante abundantes. Pero lo probamos todo todo.

Y de ahí nos vamos de farra. Tras un intento frustado de ir a un karaoke (que era MEGACUTRE, sin aire acondicionado, y con 20 turnos de canciones por delante que nos hacen decidir largarnos de allí) nos vamos de visita por varios antros de la ciudad. Me compran un anillo luminoso a un chino, que suelta flases de colores y es super rayante (el anillo, NO el chino).

Pero mola mogollón, así que al siguiente chino le compramos un anillo para cada una y hacemos el chorras hasta decir basta:
Marina pasa por una de sus habituales fases de narcolepsia (Marina: háztelo mirar) antes de despertarse gracias a los anillos (ya decía yo que eran rayantes).

Media hora antes de que cierren los bares llama Javi y me dice que está solo en un taxi rumbo a casa y que si nosotras seguimos de marcha se viene con nosotras. Einnn???? Solo??? A las 3:00 de la mañana??? No se iban todos juntos a dormir?? No íbamos a pasar la noche las chicas solas en mi casa??? Qué hacemos con los maromos que íbamos a llevarnos allí??

La llamada me mosquea y nos preguntamos si es un farol y aparecerán todos juntos o no o qué...

Y no diré nada más, ya que en este punto se mezclan los finales de las 2 despedidas madrileñas de chicos y chicas y Javi no ha escrito su parte todavía. Dejaré que desvele el final en su próximo relato...

P.D: Gracias por decidir no vestirme de Piolín, ya que al parecer era la siguiente alternativa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A vuestra edad y con disfraces... estos Scouts... :-D :-D