La primera despedida de soltero

Ficha Técnica

• Fechas: 22-23-24 de Junio
• Lugar: Cambrils - Salou
• Asistentes: (izda a dcha, arriba a abajo)
  
• Alberto el incombustible,
• Dani B. el informático,
• David G. el pintor,
• (el pobre y sufrido novio)
• Diego el dealer y futuro padre,
• Chema panadero
• Fernando el comeflanes de la red,
• David M. el "auxiliar", y
  
• Dani L. el touroperador
• Disfraz: inclasificable
• Actividades: Paintball, paellita, playa/piscina, concurso de absorber flanes y colococos
• Fotógrafo Oficial: Diego (link a las fotos)
  
• Foto de Grupo:

Narración de los hechos

Viernes a medio día. Recibo la llamada de Nanu: "¿pero que haces todavía en el trabajo? Nos tenemos que ir a Zaragoza, que esta tarde me quería ir de compras porque bla, bla". Vale, vale... cierro y nos vamos yendo... ¡vaya prisas! Vamos tranquilamente por la A-2 a Zaragoza y según pasamos por Calatayud, Nanu empieza a enviar y recibir SMSs a un ritmo bastante sospechoso. "¿quien te escribe tanto?" la interrogo. "nada, mi hermano que estoy quedando con él para ir a comprar unas cosas"... mosqueo. Mosqueo porque su hermano es de los que no sabe para que sirven la mitad de los botones del móvil, raramente lo coge cuando se le llama y mucho menos se dedica a responder SMSs en 0.4 milisegundos, pero bueno... Llegamos a Zaragoza, y llevo a Nanu a su casa. Por el camino vemos un gran atasco en una de las calles y me dice: "entra por esta, que me tienes que llevar aquí". Le respondo: "estás loca? quieres que me meta de cabeza en el atasco?" momento de tensión... si no me viniera oliendo algo seguro que le digo que se baje del coche allí mismo (atasco como los de Madrid, en serio). Así que, doblamos la esquina y me dice Nanu con su mejor voz de sorprendida: "¡mira quien está ahi!" y yo "fijate!". Asi que se baja Nanu del coche y se me montan Diego y Alberto. "¿a donde me llevais?", "ahhh, ya lo verás...". Asi que vamos a casa de Diego, cambiamos de coche (se agradece despues de conducir 325 km), me dejan quitarme el traje y la corbata (también se agradece) y nos vamos por la A-2 en una dirección todavía desconocida pero prometedora... En el otro coche van Dani B. y David G. "¿y el resto?", "ya irán viniendo, tu no te preocupes". Por el camino hablamos por el manos libres con Fernando, que está intentando salir de Barcelona, misión difícil puesto que ha descarrilado un Euromed en la via de la costa y están en pleno caos ferroviario. En la conversación se le escapa el dato: "no se a que hora podré llegar a Cambrils". BIEN!, ya sabemos algo más... El resto del viaje tranquilo, tan solo unos apuntes: la conversación en el coche se centra sobre si el cochecito de niño bugaboo es mejor que el jane o es preferible irse al mclaren, sin olvidarse de la maxi-cosi. Guay, enhorabuena por vuestra reciente y próxima paternidad pero NO ES UNA CONVERSACION PROPIA DE UNA DESPEDIDA DE SOLTERO. Atasquillo al llegar a la playa y encontramos el camino estupendamente gracias al GPS.

Una vez instalados en nuestros confortables bungalows, salimos a satisfacer nuestros mas bajos instintos: CENAR. Entre tanto, Fernando ha conseguido llegar a Cambrils y, aunque tiene algunas dificultades para encontrar el mar (en un pueblo costero!, sic) nos encontramos con él en los restaurantes del paseo marítimo.

En la cena nos echamos las que puede que sean las mejores risas de la despedida... Armaggedooonn!!! (los que estuvieron allí saben de que va). Llega el camarero, que pierde más aceite la furgoneta de Locomía y después de cambiarnos la mesa para que estemos más cómodos (estabamos perfectamente) nos pregunta qué queremos de beber: "¡6 jarras de cerveza!" decimos al unísono, lo que da lugar al diálogo más absurdo que he presenciado en años:
- "un momento, un momento, vamos de uno en uno"
- "queremos 6 jarras de cerveza"
- "un momento, un momento, de uno en uno, vamos a hacer la ruta del bacalao... ¿tu que quieres?"
- "una jarra de cerveza" (apunta en la libreta)
- "¿y tu?" (mirando al segundo)
- "una jarra de cerveza" (vuelve a apuntar)
- "¿y tu?"
...
- "una jarra de cerveza" (dice el sexto)
- "vale, entonces son 6 jarras de cerveza, ¿no?"
- "QUE SIIIIII!!!!!"

Tras la primera ronda de jarras, y la segunda ronda de jarras y alguna tercera y la comida (muy buena la fideua negra, por cierto), los ánimos van in-crescendo y las risas se suceden cada vez mas ruidosas y seguidas, animadas por las intervenciones del camarero, impagables. A la hora de los postres, se repite la historia:

- Camarero: "¿que quereis de postre?"
- Todos: "nada"
- Fernando: "¿tienes helado de turrón? yo quiero helado de turrón.
- Camarero: "un momento, un momento, de uno en uno" (Fernando se remueve en su silla)
- Fernando: "solo queremos un helado de turrón"
- "un momento, un momento, a ver (mirando al primero, que no era Fernando), ¿tu que quieres?"
- "nada" (risas de fondo)
- "¿y tu?" (mirando al segundo)
- "nada" (descojone general)
- "¿y tu?" (por fin le toca a Fernando)
- "Helado de Turrón" (carcajadas)
- "un momento, un momento... tenemos flan, arroz con leche, natillas, crema catalana..."
- "si tienes helado de turrón, ponme dos bolas de helado"
- "...tarta al whisky, helado..."
- "eso! helado, ¿tienes de turrón?"
- "hay de chocolate, vainilla, fresa, tuti-fruti..." (Fernando se agarra a la silla para no saltar)
- "si hay de turrón, no me digas más"
- "...limón y de turrón"
- "¡¡ESOOO!!
- "vale, entonces un helado de turrón para el señor, (mira al siguiente) ¿y tu?"
- "nada"
- ...

Y de punto final, nuestro amigo el camarero, que aseguraba ser de Lepe, insiste en contarnos un chiste:

- Camarero. "¿de donde sois?"
- Todos: "de Zaragoza"
- Camarero: "ahhh mañicos, pues os voy a contar un chiste. Pero lo voy a personalizar para los mañicos. ¿como se dice 'cajero automático' en mañico?"
- Todos: "cajero automático"
- Camarero: "vale, pues esto es que va uno en lepe a la plaza mayor al cajero automático... (el resto del chiste era malísimo, pero lo importante es que estaba personalizado...)

Al terminar la cena Fernando pide unos chupitos gratis y nos vamos al Boulevard con el estómago lleno y las energías a tope. El Boulevard no tiene mucha marcha de momento pero poco a poco se va llenando, al mismo ritmo que vamos degustando nuestros colococos (huelen a garrafón, pero que le vamos a hacer). Al cabo de un rato algunos se van a los bungalows y otros nos cogemos un taxi a Salou para seguir de marcha. Entramos en varios sitios con público variado (viajes de estudios, pandillas de guiris...) y así transcurre apaciblemente la noche hasta las 8.30 de la mañana. Vuelta a los bungalows, despedida y cierre.

Sábado por la mañana: a la indecente hora de las 10.30 de la mañana me sacan de la cama con grave riesgo para mi salud, puesto que estaban en pleno efecto las sustancias "dolor-de-cabeciferas" de los cubatas de garrafón. "¡arriba! nos tenemos que ir al paintball!". Pues venga, me arrastro como puedo al coche y vamos al paintball. Por el camino recogemos a David M. que ha llegado a Tarragona después de volar a Barcelona y en el paintball nos esperan ya Chema y Dani L. ¡¡YA ESTAMOS TODOS!!


















Lo del Paintball mola que te cagasss... Para empezar te dan 100 bolas de pintura que se gastan en un abrir y cerrar de ojos (yo tuve que recargar dos veces). Jugamos a 4 juegos diferentes en unos escenarios bastante bien montados con sus bidones, cobertizos, parapetos, etc, y objetivos diferentes: capturar la bandera, defender el fuerte... En realidad en todos los juegos el objetivo es el mismo: pegar tiros y que no te den, porque las bolitas de pintura pican a rabiar. Si la bolita te da de lleno te sale un buen moratón y menos mal que llevamos máscaras porque sin protección te pueden saltar un ojo a la mínima. Acojonante el sonido de las bolitas pegando en el bidón de metal detrás del que estás escondido, o silbando a escasos centímetros de tus oidos... Aquí se ve el instinto violento de alguno de los miembros del grupo, los que se agazapan sin arriesgar para dispararte por la espalda y otro tipo de tácticas rastreras. En definitiva, descarga de adrenalina y sudor para hacer apetito antes de la paella.

Antes de comer hacemos una paradita en la piscina donde mis queridos amigos me han preparado un precioso bañador del que prefiero no poner ninguna foto para no herir sensibilidades. Por suerte la piscina no tiene mucho público y paso el trago con el grado justo de humillación. Luego Paella (impresionante), siesta extrema y duchita para preparar la noche.

Sábado por la noche: la tarde/noche empieza con EL DISFRAZ. Ese elemento que no puede faltar en ninguna despedida y que sirve para procurar el máximo grado de humillación posible al novio. Mira que lo tenía asumido. Mira que sabía a lo que venía... pues consiguieron sorprenderme. Mis queridos amigos se dedicaron a componer un disfraz sin tema: es decir cogieron las prendas y complementos mas ridículos, horteras y humillantes sin ninguna característica común mas que atraer la atención de la gente. Componentes: calcetines de rombos rojos y negros, calzoncillos rojos y negros (como si fuera del Milán, decían...), camiseta de tirantes de canalé amarilla, muñequeras verdes fosforito, calva de plástico (a los 5 min estaba sudando como en la sauna), chapas de identificación tipo marine americano y gafotas de sol modelo chueca. Ah... y un balón verde (¿por qué un balón? todavía no lo he entendido...). Una imagen vale más que mil palabras (aunque lesione gravemente mi honor, al final las fotos salen a la luz)


Una vez habituado al disfraz y a la reacción que produce en la gente con la que me cruzo, me encuentro un poco menos ridículo y me voy metiendo poco a poco en el papel (¿que papel? si es que no se de que iba disfrazado!)

Para preparar la noche nos vamos a Salou en el autobús de línea (curiosa reacción de la gente en el bus) y buscamos un sitio para cenar. Entramos en el Buffet Libre Chino - Hong Kong, justo lo que estábamos buscando. Aquí el chino nos demostró porqué China dominará el mundo en pocos años: según nos vio entrando por la puerta, nos contó con un rápido vistazo y preguntó: "¿de beber cerveza?", "si" dijimos todos, "¿9 jarras?" y "SIIIII!!, 9 jarras!", no era tan difícil, ¿verdad?

A los postres, el resto de comensales son testigos de un gran evento: el tradicional campeonato de comer flanes sin cucharilla. Celebrar la competición en un buffet libre tiene la innegable ventaja de que se pueden hacer tandas múltiples sin dejarse el presupesto. 8 competidores degluten un total de 27 flanes. El novio se alza claramente con la victoria al absorber integramente 5 flanes consecutivos (aunque solo tenía previstos 4, en el último momento se vino arriba), lo que pone el listón bastante alto para futuras ediciones del campeonato.

Después de la cena, colococos en varios sitios de Salou, y una dinámica bastante parecida a la noche anterior: muchos sitios, multiples copas, gente variada, anécdotas, intercambios culturales... Eso si, a partir de cierta hora, el cansancio va haciendo mella en el grupo y se nota que ya no tenemos 19 años (excepto Alberto que no baja el ritmo). Superando el cansancio el "nucleo duro" termina la noche a las 7.30 de la mañana esperando un autobús que nos lleve de vuelta al bungalow.


Domingo: el domingo es día de vuelta. Cada mochuelo a su olivo y el novio a Madrid. Por el camino recordamos las anécdotas y momentos estelares de un fin de semana que siempre recordaré. Gracias los que estuvisteis, enhorabuena a los organizadores y una palabra de recuerdo a los que no pudieron venir: se que os resultó imposible pero me acordé de todos vosotros... (cabrones)

• NOTA 1: Si algún asisitente recuerda algo que se pueda contar y no esté aquí (ex)puesto, que se estire y escriba un comentario.

• NOTA 2: Espero comentarios... si habéis aguantado leyendo hasta aquí, enhorabuena! (menuda chapa!)
  

• NOTA 3: Todavía quedan otras dos despedidas por contar... iremos dosificando la información para que no os empachéis (y nos cuesta un rato escribir todo esto...) Hasta la próxima!